Paso 1: Tan Simple que cabe en un solo paso!
Apagar el fuego y deje caer en el resto de los compuestos aromáticos (por ejemplo, ajo, hojas de laurel - nada que quemar si cocinas demasiado duro o largo) y volcar en los chiles. Terminar agregando el aceite de sésamo.
Dejar enfriar y traslado a un tarro de cristal para dejar que los sabores infundir e intensificar.
Después de un día o dos, colar los sólidos hacia fuera para que se quede con un increíble aceite picante que cambio tu vida... y mantener en la nevera durante muchas semanas o incluso meses.