
Nadie sabe de donde proviene este aparador, ni alguien sabe exactamente cuánto tiempo, se sentó en el porche apantallado en. Tanto mi madre como mi tía estaría de acuerdo que hubiese estado allí para como podía recordar. Existe una posibilidad bastante buena que este aparador puede haber sido incluso en la casa cuando mis abuelos se trasladó en los años 50. No sabemos. Lo que sí sé es que antes de que se trasladó al pórtico defendido en experimentar todos los grados del tiempo de Minnesota, había sido pintado de blanco y un espejo (no su) había sido agregado a la parte posterior de la misma. Puede haber tenido su propio espejo de una vez, sólo sé que el espejo que había añadido había caído en algún momento y estaba sentado detrás de él. La cosa entera estaba totalmente cubierta de suciedad que nadie quería siquiera tocarlo. Este es el tipo de suciedad que es difícil de explicar, la suciedad que es tan viejo y tan densa su piel similar. Pero, pensó, qué demonios, ¿qué tengo que perder? No era terriblemente pesado y, sorprendentemente, los cajones trabajaban y parecía robusto. Por lo tanto, tomé a ver qué podía hacer.