Por suerte descubrí una solución que me permitió lanzar al azar cosas en mi mochila sin ellos escapar: la carpeta común. Lamentablemente con el descubrimiento de las carpetas, vino el conocimiento de su fragilidad. Una carpeta apenas podría sobrevivir un semestre, y tener que reemplazar lo consideraban que era una muerte tan joven era nada menos que trágico. Así que ¿qué podría proteger el exterior débil de mi herramienta organizacional? La respuesta para muchos una cuestión de fix-it: cinta!
Cinta preventiva mis carpetas no sólo aumentó su fuerza, alargando su vida útil, pero también permitió la creación de algunas carpetas únicas para lucir en el campus!