Cuesta centavos por dólar sobre sintéticos comerciales, utiliza ningunos subproductos del petróleo y es sostenible. No causará la acumulación de detergente en la ropa, los pañales de tela o su máquina.
¿Quién puede beneficiarse de esto? Su cartera, aquellos con piel sensible o alergias respiratorias y por supuesto, el agua subterránea.