La ventaja de este método es las brasas uno más están perfectamente hechas, y no se corre el riesgo tan común de por haber usado brasas "otros", el monóxido de carbono despiden intoxique la carne y luego de comer el asado uno tenga pesadez y dolor de cabeza.
El único inconveniente presentaba la maceta es inevitablemente se iba resquebrajando con el calor, y al cabo de 5 o 6 años de vida productiva es un rompecabezas sostenido por la red de alambre que lo rodea, y al menor tropiezo se desparrama por el piso de la parrilla.
Con motivo de construirme mi propio chulengo (pronto publicaré el correspondiente instructivo) decidí cambiar la estrategia constructiva: en vez de hacer la tolva con una maceta, la haría con varillas de acero de construcción, de 6 u 8 mm.
Hace años que construí un aparato para hacer brasas, basados en un pote de cerámica estándar, que me dio muy buen resultado. Es como una tolva que alimenta en la parte superior y se vacía por abajo. La ventaja de este método es que el carbón se obtiene está bien hecho, y no por lo que embriaga de riesgos comunes para el uso de carbones "crudos", el monóxido de carbono que desprende la carne y después de comer el asado uno tiene pesadez y dolor de cabeza. El único inconveniente es que inevitablemente la olla que se va agrietando con el calor y después de 5 o 6 años de vida productiva es un rompecabezas sólo compatible con alambre de malla lo rodea y en el más mínimo resbalón se extiende por el piso de la parrilla. Debido a la construcción de mi propia barbacoa (