Atar un Testamento es un proceso ceremonial de planificación patrimonial de vieja escuela en donde la voluntad es literalmente "atada" con la cinta, justo después de la firma y protocolización.
Además de proporcionar una mirada especial y un sentido de formalidad, atar la voluntad es una medida de seguridad adicional que impide que cualquiera de eliminar páginas o de lo contrario la alteración de la voluntad final.
Atar la voluntad de una forma sencilla y elegante para mostrar un gesto de respeto a este importante paso en la vida de un cliente.