Paso 1: Evitar los aromas
En 2008 los científicos en el Instituto de anatomía en Munich intentaron averiguar cómo especias funcionan en nuestro intestino. Coincidentemente encuentran los receptores olfativos, el olor de las células. Estas células estimulan otras células en el intestino para liberar enzimas digestivas. De esta manera el intestino encuentra las enzimas adecuadas para el alimento adecuado. Si no, se liberará serotonina e histamina. La histamina participa en los procesos de nuestro sistema inmune, su medicamento para disminuir sus reacciones alérgicas contiene antihistamínico.
Ahora vamos a decir come un yogurt con sabor a fresa, del tamaño de una taza común permitiría solo 2 frutas fresales, pero eso sería demasiado débil para el gusto, así sabores tuvieron que agregar. Existen 3 tipos de aromas. Naturales, idénticos y artificial. Sabor natural es extraído de las frutas reales (caros), idéntico sabor fresa se puede hacer de conos del abeto por ejemplo (barato), sabores artificiales se producen en un proceso químico o por bacterias genéticamente modificadas y hongos (baratos).
Ahora viene mi peligroso conocimiento de verdades a medias, estos aromas pueden confundir a nuestros receptores olfativos, sus las enzimas digestivas mal saldrá, esto causa estrés y por consiguiente se liberará histamina. Como el 70% de su sistema inmunológico vive en su intestino, sería una mala idea para causar estrés y confusión allí. El otro 30%, que incluyen sus bronquios y mucosa en los ojos y la nariz, podría afectado y por lo tanto confundido demasiado. Tal vez debes evitar cualquier alimento con idénticos o sabores artificiales como en platos preparados, sopas instantáneas, bebidas o yogur aromatizado y usted puede evitar alergias.