Paso 4: Empezar por el final
El final, la conclusión de su obra, es la parte más importante. Es la última imagen que vas a salir de su audiencia. Es la imagen que se van a casa con. Es la imagen que estará más fresca en la mente de cualquier revisor como él se sienta para escribir su reseña.
No debe dejar elemento importante de su trabajo hasta el final. Cada acto, cada escena, cada beat hacia el final de los trabajos. Si no hay ningún final cuando se escribe la escena, la escena no tiene sentida y esta se mostrará en el desordenado flujo de su trabajo. Por lo tanto, al escribir una obra de teatro, trabajar hacia atrás. Comienza con la caída de la cortina. ¿Cuál es la última línea hablada? Qué palabras quieres tener en los oídos de su público al salir del teatro. El final debe resumir su trabajo. Cada tema, cada personaje, cada parcela debe han alcanzado el lugar donde, el autor desea que sea. Esto no excluye un final cliffhanger. Si ha contado la historia quiere contar, terminar el juego.
Imagino que tan detallada como sea posible. Con cada línea, cada acción en su lugar y entonces trabajar hacia atrás desde allí. Pregúntate constantemente cómo los personajes tienes que están en la escena final. Mantener esta pregunta en mi mente me llevó por muchos, muchos casos de bloqueo del escritor.
En la estación IV, la primera escena que vino a mi mente fue el final. Escribí el final. Se llevó a cabo después de entierro de Jesús, durante un apagón de la ciudad. Los discípulos han dejado la ciudad y están en la clandestinidad. Las únicas personas en el escenario a la izquierda son las pocas mujeres que se preocupaba por Jesús-la Virgen y unos amigos de ella. La policía patrullando las calles en busca de seguidores de Jesús para evitar cualquier posible disturbios, pero la Virgen y sus amigas se están preparando visitar la tumba de Jesús. El juego terminó al salir de su apartamento. Era una escena muy simple. He decidido no intentar retratar la resurrección de Jesús, pero en lugar de otro centrarse en el efecto que su muerte tuvo en su madre. Yo había traído el foco derecho hacia donde había colocado el corazón de mi trabajo, la relación entre Jesús y María.
Volver a esa escena una y otra vez me ayudó a escribir cada escena porque yo sabía que cada escena tenía que llegar al público a ese final. La última escena me proporcionó varias preguntas. ¿Quién fue Jesús? ¿Por qué tanto le importaba estas mujeres? ¿Cuál era su relación como con su madre? ¿Por qué estaba muerto? Y así, al responder a estas preguntas, escribí el resto de la obra, escena por escena.