En un bosque de pinos pequeños, he instalado 3 estaciones habla donde los visitantes fueron invitados a caminar, pensar y sonreír durante unos diez a quince minutos. Los mensajes fueron escuchados al azar y las secuencias de (casi) nunca se repitieron. Cada estación tenía cerca de 100 diferentes archivos o mensajes de accionada por un detector PIR.
Este proyecto se desarrolla en 3 pasos: escribir – registro – instalación.