El procedimiento es bastante sencillo. Solo se aplica una corriente eléctrica entre un ánodo de plata y un cátodo de metal aluminio o plata mientras están inmersos en la solución de nitrato de plata. Los iones de plata del ánodo se depositan en el cátodo.
Los cristales son microscópicos por lo que para ver la solución se coloca bajo un microscopio. Un portaobjetos de cristal se puede colocar sobre la solución para mantener la superficie plana para que pueda ver mejor.
Los cristales crecen en diferentes formas dependiendo de la concentración y la corriente aplicada.