Ya cuando tuve mi primera cámara a la edad de 10 años, empecé a tirar comida. Creo que esa foto de los tomates es siempre la primera foto que tomé de un objeto comestible.
He recorrido un largo camino desde entonces. Basta con comparar la primera foto de una hamburguesa con la segunda fotografía tomada tres años antes. En la actualidad, creo que las dos primeras fotos son de mis favoritos de mi cartera.
Haber trabajado en un libro de cocina para un muy de largo plazo además de haber sido el autor de un blog de comida durante algún tiempo, he conseguido un montón de oportunidades para la práctica. Ha sido un frustrante viaje y estoy lejos de ser perfecta, pero quiero compartir lo que he aprendido con aquellos que están luchando con las mismas cosas con que he luchado.