Nadie habrá podido observar que con frecuencia el suelo se dobla de tal manera que una parte sube en ángulo recto al plano formado por el piso y luego en la siguiente sección se arregla paralela a la llanura, para dar paso a un nueva perpendicular, un proceso que se repite en espiral o en línea quebrada a elevaciones muy variables.
Agachándose hacia abajo y colocando la mano izquierda en una de las partes verticales y la mano derecha sobre la horizontal correspondiente, uno está en posesión momentánea de un escalón o escalera.
Cada uno de estos pasos, formado como ya hemos visto por dos elementos, está situado algo más alto y más de uno previo, un principio que da la idea de una escalera, mientras que cualquier otra combinación, produciendo quizá más bellas o pintorescas formas, seguramente serían incapaces de traducir uno de la planta baja al primer piso.