Paso 3: Hacer el quemador.
La propiedad más característica de esta lámpara es no hay llama, el cobre actúa un catalizador que permite la acetona a reaccionar dando fuera de agua y otros derivados de las moléculas de la acetona. Este proceso hace que el cobre a naranja a amarillo-caliente, dando una luz suave.
Me he dado cuenta, en orden a obtener el máximo brillo, la pieza de cobre que será expuesto tiene que tener forma de hélice, para hacer así que hice unos 7 lazos alrededor de una barra de metal de 1 cm (0,4 pulgadas) (mirar la primera foto para hacerse una idea), con el cable restante hice un gancho para colgar de la protuberancia como se muestra en la segunda foto.
Lo más sorprendente de esta lámpara es que puedes hacer cualquier forma que te gusta, de una forma de corazón con su nombre, las posibilidades son inmensas.
Importante: Tienes que calcular la longitud del gancho para que la hélice esté a 1,5 cm (0,6 pulg) por encima de la acetona, una hélice demasiado baja causa la acetona se evapore a una tasa muy alta de perder eficacia, y tal vez incluso para quemar.
Los lazos más que añade a la hélice el brillo más obtendrá de él pero más rápido que la acetona se evapore por la temperatura, en este caso que no de viento más de 10 circuitos.