Paso 3: doblar
Ya que yo nunca he doblado metal antes en mi vida (al menos no a propósito) estaba seguro qué esperar. Desde que tuve un poco de aluminio de desecho después de mi corte que decidió poner a prueba mi flexión. Me marcó una línea recta y fijar el aluminio en el vicio en la marca que hice. Entonces solía un martillo golpee ligeramente el aluminio en un pliegue. Mi primer intento martilló a cerca de la curva y se rasgó el metal un poco. Así que probé otra vez golpeando sobre una mitad de una pulgada lejos del pliegue y tenía mucho mejores resultados.
Tener una idea de cómo conseguir el aluminio para doblar decidí empezar mi vaina de doblez! Me encontré con todo tipo de problemas con esto. Me di cuenta de que las mordazas en mi mordaza de mesa eran muy gruesas por lo que no podía doblar los bordes pequeños primero. Así que decidí hacer primero las grandes curvas. Doblada a un lado sobre, el se deslizó el cuchillo para ver si mis marcas estaban en lo correcta. Y en realidad, muy similar a Adán, que si doblado el metal en mis marcas habría hecho demasiado grande para el cuchillo.
Deseo había tomado mejores fotos de esta parte, pero por desgracia no lo hice. Tuve que ajustar el metal en la prensa dispuesta a doblar y me deslicé el cuchillo entre el vicio y el otro doblado. Todo esto para tratar de conseguir una sensación para el tamaño del cuchillo y la vaina. Lo siento por no tener una explicación decente de este.
Aunque hice la segunda curva, pero no pude conseguirlo doblado a un ángulo de 90°, otra vez porque el vicio era bastante grande. Así que corte un trozo de madera se deslice dentro de la vaina para que pudiera martillo de lado para cerrar la brecha sin destruir lo que había hecho hasta ahora.
Por suerte, el cuchillo de Monte!