En el día, la gente llevaba sombreros... sombreros muy agradables... no béisbol sombreros o gorras de camionero con el Ajustador del tamaño plástico barato, tira algo. Recuerdo esto porque mi abuelo tenía uno... un fedora creo. Rara vez salía de la casa sin ella. Sombreros de esta calidad no eran baratos y debían ser tratados con cuidado... no tirar sobre una mesa o jamming en un armario... no sir/señora! Por lo menos tenía su propia clavija para colgar... no un gancho que... una clavija de madera para no para dañar o deformar el sombrero. Si encantó el sombrero, se empleó un soporte dedicado.
Personalmente no me gusta sombreros... a menos que es el medio de invierno y mi otra opción es dejar que mis oídos se caen. En ese caso, mi sombrero de media y yo somos mejores amigos. Por otro lado, gorras de béisbol y yo simplemente no se mezclan. Son demasiado grandes o demasiado apretado. Entonces mis oídos o haz escondidos en sombrero parece aplastado, o el sombrero va detrás de mis orejas y me parezco a una variedad de satélites. Es todo muy trágico.
Los cascos son una historia diferente. Tengo unos cascos y sí... son todos Boba Fett y sí... todos ellos necesitan que se muestre.