Paso 4: Érase una vez...
Hace unos 16 años alquilé una casa que estaba infestada de cucarachas, llama a un exterminador que declaró era la infestación peor que había visto (en caso de que usted no quiere tomar mi palabra). Su compañía usa un cebo que tenía la consistencia de la mantequilla de maní y puso un poco poco de que detrás de todos los cajones (fuera del alcance de animales domésticos o los niños), bajo los fregaderos en las tuberías que salen de la pared y él incluso tomó la salida y cubiertas de placa del interruptor para poner el cebo dentro de las murallas.
Fue un milagro, nunca vi un escarcho otra vez. En esa casa.
Cuando me mudé utilicé el mismo servicio y el mismo chico (llamémosle John porque ese era su nombre) hizo lo mismo, pero esta vez fue una casa nueva que había comprado. Una vez al año John volver y hacer lo mismo y en 14 años nunca vi una sabes a qué. Vivo es. Vez en cuando habría muerto. En aquel entonces tenía un marido así los muertos no eran tanto un problema.