Durante 2 años intenté cada receta única que he podido encontrar; en línea, en libros de cocina, de amigos. Aún así, nunca podría conseguir mi popovers de hojaldre. Siempre terminaba como discos de hockey suave, poco. Finalmente, por pura cabezonería y temeridad, decidí romper la receta, ingrediente por ingrediente y llegar al fondo de la popover perfecto.
En el camino, aprendí sobre la paciencia, la amistad y la importancia de precalentar la sartén.
Empecemos, ¿vamos?