Hemos propiedad y amado profundamente muchos perros sobre los años, nuestra casa no está completa sin nuestros perros. Pero Finnegan fue nuestra una vez en un perro de por vida. Aquellos de ustedes que aman a los perros sabe lo que quiero decir; Finnegan fue especial en todos los sentidos. Fue nuestra primera raza - para arriba hasta Finnegan, nuestros perros han sido perros callejeros o de lo contrario habían sido abandonadas por sus dueños por una razón u otra. En realidad, Finnegan fue tipo de eso, también. Era un pura raza Sheltie (Shetland Sheepdog), pero el criador sabía que iba a ser gran tamaño de la raza por lo que le conseguimos para aproximadamente la mitad que una calidad Sheltie costaría normalmente.
De hecho resultó ser oversize, que en poco menos de 50 libras y 20 pulgadas de alto en el hombro (raza máximo es 16 pulgadas), y uno de sus apodos era Moosebutt. Pero él era el más inteligente, sweetet, el perro más dulce, más divertido que habíamos conocido. Él me enseñó cómo hacer entrenamiento de obediencia y su manada de ovejas. A seis meses de edad ganó su primera prueba de obediencia y tenía su título en nueve meses. A diez meses de edad ganó su primer título de pastoreo y recogió a cuatro más. Jueces de obediencia y Pastor nos dijeron que Finnegan tenía el potencial para ser un campeón nacional - fue bueno. Cada vez que entramos en un pastoreo o prueba de obediencia, otros propietarios que nos conocían dejar lo que estaban haciendo y ver. Probablemente has visto videos de perros de pastoreo - la mirada intensa, crouch amenazante, el frenético dando vueltas y ladrar para mantener el rebaño bajo control. No era Finnegan. Si alguna vez has visto la película Babe has visto pastoreo la manera Finnegan lo hizo: era como si él caminó hasta a las ovejas y dijo: "Perdone las señoras, pero se lo agradeceria mucho si se sigue este Señor aquí con el personal. Te camino por detrás de usted para asegurarse de que te acuerdas de dónde ir y mantenerse a salvo." Desde el momento en que dije, "mira tu oveja" hasta que se despejó el último obstáculo y yo le dije, "Que haremos, Finn", tuve que decirle otra palabra. Nunca hasta pensado en pastor de ovejas hasta el Finn - y probablemente nunca será la manada otra vez. No hay otro perro podría ser lo que fue.
Hemos perdido a Finn al cáncer de dos y una mitad hace años en sólo ocho años de edad a veces la vida es increíblemente injusta. Pero hasta el final no creo que hubo un solo día que Finn no pudo disfrutar plenamente de ife - y no un solo instante que nuestro no enriquece sin medida. Kennel hermanito Finn, parodia, está aún con nosotros - y tiene un nuevo hermano, Murphy, para mantenerlo compañía. Son ambos compañeros maravillosos, pero no pasa un día que no echamos de menos nuestra una vez en un perro de por vida.