Paso 10: El montaje
Una vez todo esté completamente seco, puedes volver a obtenerse el tarro.
Descubrirás pronto ahora empieza a cobrar vida.
Por mucho intentase, no juntos las partes quedaran ensamblados de cuentística hacer.
Y me volvió aquella vocecita, diciendo: ¡ Olvídate de este tarro, ¡quemémoslo!
Una vez más, no le hice caso, conseguí finalmente sujetar todo en su lugar por asegurarlo con cuerdas de colaborador. Deslizantes de nudos.
Una vez el tarro esté súper bien apretado con las cuerdas, puedes redondear el borde con el cuchillo para la zona donde 'los labios tocan el líquido' esté suave. Y como siempre, cuidado con el cuchillo.
(Lo siento, pero no pude resistir usar un poco de papel de lija para suavizar todo--otro penalti)