El más moderno de los gadgets modernos, el teléfono inalámbrico, es realmente no tan moderno. Dentro de 6 años de la primera patente americana para un dispositivo telefónico (Alexander Graham Bell, 1876), otro investigador descubrió un método para el envío de voz a través del aire sin conexión de los cables. Su nombre era Amos Dolbear de Emerson (1837-1910). De 1874 en Dolbear fue Presidente del Departamento de física Universidad de Tufts. Trabajó a lo largo de la década de 1870 en el diseño de un teléfono de trabajo (como muchos otros científicos en Europa y América), pero fue derrotado a la oficina de patentes de Bell. Impertérrito, Dolbear continuó desarrollando sus propias ideas acerca de la comunicación eléctrica. Un día en 1881 él estaba trabajando en su laboratorio cuando él hizo un descubrimiento sorprendente, accidental:
Mientras que en el trabajo en el único receptor terminal... el cable se separó de la línea mientras que ignoraba de él, y aún de escuchar el discurso del emisor claramente. Al darse cuenta de esto comencé a respaldo del extremo del cable del transmisor, dejando el cable solo caída libre en el aire. Pude oír el habla en la parte más alejada de la sala de.
Telefonía inalámbrica fue el siguiente gran paso hacia adelante en la comunicación. Sistemas de telégrafo y teléfono requieren grandes cantidades de alambre colgados arriba en antiestéticos postes. El beneficio en tiempo, dinero y estética prometida por comunicación inalámbrica serían enorme. Dolbear solicitado una patente sobre su descubrimiento en 1882. Patente 350299 fue concedida a Dolbear en 1886, pero nada vino de él. Telefonía inalámbrica no llegó a ser extenso hasta un siglo más tarde y no verdaderamente ubicuo hasta después de la vuelta del siglo XXI. ¿Por qué? ¿Hubo una conspiración por la compañía telefónica cableada para suprimir la competencia de la tecnología? ¿O hubo una debilidad, un defecto fatal en el sistema de Dolbear? Decidí intentar replicar su diseño de 1882, con las características de los diseños más tarde teléfono inalámbrico por Nathan Stubblefield, Archie Collins y Hugo Gernsback a descubrir qué tan bien funcionaba, y así no.